Este anuncio publicitario fué encargado por la Agencia Cacahuete Comunicación para la Academia de idiomas de Esther Martínez.
En la primera reunión que tuvimos se me entregó el StoryBoard original y se me marcaron algunas pautas, intencionalidad que persigue, etc. A partir de aquí mi trabajo consistió en elaborar un guión técnico para plasmar la idea en un video de menos de un minuto de duración.
La pequeña historia que se contaba era tierna y familiar. Un niño que no habla español se pierde en un centro comercial, y comienza a buscar a su madre. Desesperado pregunta a todos los clientes con quienes se cruza,pero nadie le entiende. Finalmente, una niña, alumna de la Academia Ester Martínez, habla con él en su lengua, y finalmente encuentra a su madre. Una historia cercana y realista.
Mi labor fué rodar íntegramente el video además de su montaje, edición y post-producción de la pieza. Tras varias revisiones del Storyboard decidí eliminar algunos planos para agilizar la pieza y ajustarla a los tiempos estándar marcados por la publicidad.
El rodaje se realizó en un Centro Comercial, después de solicitar los permisos oportunos, y participaron cuatros actores que interactuaban con el niño protagonista del spot y otros cuatro actores secundarios. Se aprovechó en algún momento la imagen lejana de algún cliente real que se encontraba por allí en aquel momento, manteniendo siempre su privacidad. ¡Tened cuidado cuando rodáis en lugares públicos! En este caso, las imágenes de ‘otros’ clientes que no actuaban en el anuncio son completamente anónimas, es decir, ni de lejos se distingue a la persona, pero la imagen lejana y borrosa de ellos me daban la posibilidad de más realismo a la escena.
El otro apartado importantísimo en cualquier anuncio publicitario es la música de fondo. Otra cuestión a tener muy en cuenta. Podéis pensar que esto es sencillo, pero realmente no. Primero hay que buscar la música que agrade al cliente, lo cual os puede llevar más tiempo del esperado. Y luego, para utilizarla, hay que comprarla. Esa actitud de muchas personas de utilizar música supuestamente ‘libre de derechos’ para no tenere problema no suele tener cabida en un anuncio publicitario. La música utilizada para publicidad, sí o sí hay que pagarla. ¡Tened cuidado con este apartado!
Con la edición casi terminada, añadí algunos efectos sonoros para darle más realismo, se subtituló las supuestas conversaciones entre el niño y los clientes y se hizo una pequeña animación con el logotipo.
El resultado final es un anuncio publicitario que transmite solidaridad, y la necesidad, en este mundo cada día más globalizado, de aprender idiomas.